Teseo se enamoró de Ariadna
justo a siete metros de la entrada principal de Creta.
Eso nadie lo supo.
Nadie podía saberlo...
Ariadna por su parte -y con su parte-
enloqueció por Teseo, de manera apoteósica...
-Obumbrata...Obumbrata!
(obumbrata / et velata /
dorsum nudum / fero tui sceleris)
Se quitó su velo de seda
y en la entrada del laberinto se lo entregó a Teseo
(ademas le entregó el velo)...
Este ató a las caderas de Ariadna una parte del hilo
y con la otra parte entró al laberinto
a liberar al Minotauro de su eterna agonía.
Luego se pasó la noche entera
pensando en como llegaría a la isla de Naxos
para amar a Ariadna en la playa,
pero no como Teseo,
como Adan.
A.
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