May 04, 2014

Entre altares de Constantinopla.

Caminé atontado toda la tarde

-como barco entre niebla espesa-

buscando el ojal dorado

-el signo de isis- y lo encontré.



Lo encontré entre callejones

entre lùgubres rincones

por subidas y cuestas escalonadas.

...estaba esperando por mi.



En constantinopla.



Y es ahora cuando se a ciencia cierta

que el jugo sabe mejor no por la cantidad de zumo

ni por la cantidad de azucar

mas por la cantidad de sed.



Es ahora cuando siento la mirada de mil estatuas

-el zumbido de mil abejas-

Es ahora que veo el universo-el universo entero-

mirandome fijamente a mi.



A.

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