Nadando en las aguas profundas de tu amor
- a medianoche, cuando duerme el sol-
descubrí confundido, entre malabares
que nadaba perdido, entre témpanos y glaciares.
Y me sobrecoge la vision certera
de una mariposa de azul celestial
posada sobre la luna, en quieta espera
mientras sangra gotas de oro en el mar.
Y no entiendo el cuadro
-tanto frío, tanta tristeza -
pues es suyo mi corazón,
-se pasa todo el día en mi cabeza.-
Me ha tocado enamorarme
de un ser mitológico y extraño
Me he enamorado de la medusa
y en ella pienso todo el año.
A.
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